La avena es uno de los cereales más consumidos, se la conoce como la "reina de los cereales" por sus propiedades tanto nutritivas como energéticas. Nos aporta hidratos de carbono complejos, grasas saludables, proteínas y minerales, convirtiéndola en un alimento idóneo para la hora del desayuno o para después de entrenar. Aquí tenéis las propiedades más importantes de la avena:
- Gran cantidad de fibra: Contiene fibra insoluble que ayuda al buen funcionamiento del tránsito intestinal y a sentirnos saciados durante más tiempo.
- Alta en proteínas: Posee casi 12gr de proteínas por cada 100gr, un valor muy alto siendo un cereal, aunque al ser de origen vegetal no contiene todos los aminoácidos esenciales que necesitamos.
- Posee grasas insaturadas: Contiene Omega 6 y Omega 3, que ayudan a bajar los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y mejoran el sistema cardiovascular.
- Hidratos de carbono complejos: Los carbohidratos son los que nos proporcionan la energía para que nuestro cerebro y músculos puedan desarrollar correctamente sus funciones. Además, al ser complejos (de absorción lenta), ayudan a disminuir el apetito y controlan los niveles de azúcar en sangre, por lo que lo hace un cereal muy recomendado para personas diabéticas.
- Fuente de minerales y vitaminas: Contiene cantidades considerables de magnesio, potasio, calcio y fósforo, minerales fundamentales para que el sistema muscular funcione correctamente. La avena es rica en vitaminas del grupo B, que son esenciales para convertir los hidratos en energía para la contracción muscular.
Como veis, la avena, por su composición nutricional, la convierte en un alimento excelente para incluir en nuestra dieta. Si la combinas con un lácteo, fruta y/o fruto seco, conseguirás una receta muy completa para el desayuno, antes del ejercicio o después de un entrenamiento, para recuperar nuestros músculos.
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