Uno de los mayores problemas que tenemos a la hora de adelgazar, suele ser la ansiedad por comer, sobre todo cuando intentamos solucionarlos con la comida. Todos en algún momento de bajón o de angustia, hemos devorado media nevera para calmar esa ansiedad. Error, y error doble, no sólo por que la comida no calmará tus nervios, pues te provocará un subidón de azúcar con su respectiva bajada de insulina minutos más tarde, si no que, nos sentiremos culpables después del atracón.
Controlar ese estrés es lo más complicado, sobre todo cuando sólo vemos preocupaciones a nuestro alrededor. Como a vosotros, yo también he sufrido esa ansia de comer sin pensar, pero gracias a unos pequeños trucos he ido controlándola.
1º Reflexiona➡ Lo principal, es pararse y pensar por que tengo esas ganas irrefrenables de comer, cual es el problema verdadero, ¿es por un problema sentimental?, ¿es por qué llevo una dieta tan estricta que paso hambre?, ¿es por el estrés de mi día a día?... Pararnos y analizar lo que nos está ocurriendo, no sólo nos ayudará a comer menos, también nos puede ayudar a ver los problemas de otra manera. Un método para conseguirlo, puede ser escribir en un cuaderno esos sentimientos, dudas o problemas que te están pasando por la cabeza.
2º Bebe agua➡ Lo segundo, cuando la primera opción no funciona, es optar por beber un gran vaso de agua, para engañar a nuestro estómago y hacerle sentir lleno.
3º Distráete➡ Otra opción interesante cuando nos entran esos ataques, es distraerse: vete a dar un paseo, llama a un amig@ o familiar, escucha música que te relaje, cotillea en internet sobre tu actor favorito, mira videos de risas en youtube... lo que se te ocurra.
4º Elige alimentos más o menos saludables➡ Cuando todas las demás alternativas no han funcionado y ya te encuentras en frente de la nevera, intenta escoger alimentos lo más saludables posible, un yogur desnatado (posee triptófano, un amimoácido esencial que regula nuestro sistema nervioso), un fruta (son bajas en calorías), unos frutos secos (son saciantes y también son ricos en triptófano), etc. Ante todo es importante que evites los alimentos ricos en azúcares simples, pues elevan demasiado rápido la glucosa en sangre, no nos sacian, y además, dentro de un tiempo volveremos a tener hambre.
5º Lleva una vida saludable➡ A parte de estos consejos, es importante que lleves una vida sana, realizando ejercicio para liberar estrés, limitando los azúcares refinados para evitar el deseo de comer a todas horas, y realizando varias comidas al día para no pasar hambre.
Como último consejo, si te ocurre muy habitualmente, vete donde un especialista que te ayude tanto con la alimentación, como con los posibles problemas que pudieras tener. Busca el lado positivo de la cosas, e intenta ser feliz con los pequeños detalles.
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