Cuando decidimos llevar una vida fitness lo primero que hacemos es empezar a realizar ejercicio, para ello, una de las mejores opciones es apuntarse a un gimnasio. Una de las primeras elecciones que debes tomar es elegir el centro deportivo que mejor se adapte a tus necesidades, para ello te aconsejo que:
- Este cerca de casa o del trabajo➡ Cuanto más tiempo pierdas en llegar al gimnasio, más pereza te dará.
- Los horarios se adapten a ti➡ Tanto las horas de apertura y cierre, como los horarios de las clases deben coincidir con los horarios que tengas disponibles.
- Tenga clases motivadoras➡ Si siempre te han gustado las artes marciales, el baile, o la piscina, elige un centro que imparta ese tipo de clases, para que te sea más divertido.
- Económicamente asequible➡ Este es el principal punto a la hora de elegir un gimnasio, que podamos pagarlo.
Una vez que ya hemos elegido el centro deportivo donde vamos a realizar ejercicio, viene enfrentarse al primer día. Los primeros días estamos nerviosos, perdidos, no sabemos por donde empezar... Como vosotros, yo también he pasado por esto, por lo que quiero dejaros unos pequeños consejos para sobrellevar mejor estos días:
1. Habla con el monitor➡ Lo primero que debes hacer es buscar al monitor, que te explique el funcionamiento de las clases y de las máquinas. Lo normal es que te haga una rutina de ejercicios según tus objetivos y tu estado de salud. Durante las primeras semanas sigue esta rutina para que vayas adquiriendo fondo y fuerza, más adelante si te ves preparado, anímate a realizar alguna clase dirigida.
2. No tengas prisa➡ No esperes conseguir resultados en la primera semana. Cambiar nuestro físico conlleva tiempo, por lo que no debemos desanimarnos si no logramos los objetivos los primeros días, hay que tener paciencia, pues todo llegará. No hace falta que te pases 2 horas al día allí, los primeros días empieza con una hora, u hora y media como mucho, de esta manera no se te hará tan duro.
3. La técnica es lo principal ➡A la hora de realizar los los ejercicios fíjate en la técnica, no en los kilos que levantas. Un buen control postural, de los gestos y de los movimientos, nos permitirá mejorar más rápidamente y evitar lesiones. Haz los ejercicios lentamente, marcando bien los movimientos, pues haciendo las repeticiones rápidas, tendremos más posibilidades de ejecutarlos mal.
4. No tengas miedo y pregunta➡ Yo trabajo como monitora, y estoy encantada de poder resolver las dudas de mis socios para que hagan los ejercicios correctamente, así que no tengas vergüenza y pregunta todas tus dudas con total tranquilidad, además, para eso nos pagan. Si tu intención es realizar clases dirigidas pregunta cuales son las que mejor se adaptan a tu nivel, y el primer día habla con el monitor que imparte la clase para que pueda estar pendiente de ti y de tus movimientos.
5. Buscar una motivación➡ Entrenar motivados y con energía nos ayudará a lograr antes los objetivos. Debemos crear una rutina, en la que el gimnasio sea un momento de descanso psicológico, de subidón de energía, que sea un placer, no una obligación. Vete con un amigo, pareja o familiar, o busca una clase que te haga evadirte de tus problemas.
Cuando empezamos en un gimnasio nuestro principal objetivo debe ser la constancia, no abandonarlo a la primera de cambio. Márcate unos objetivos a corto plazo, que puedas conseguir y así ir notando la evolución. Se que los primeros días son duros, pues aparecen las dichosas agujetas, nos duele todo y siempre encontramos escusas para no ir, pero no debemos rendirnos, pues a la larga nuestra salud nos lo agradecerá. Recuerda que que un cuerpo esculpido no se consigue en un día, ten paciencia y no tires la toalla. ¡Ánimo!
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