Durante todo el año estamos cuidando nuestra alimentación, mirando las calorías de lo que compramos, limitando el consumo de azúcar y grasas que ingerimos, yendo al gimnasio todos los días...pero cuando llegan las vacaciones lo mandamos todo al traste. Lo primero que hacemos es dejar de hacer ejercicio, que si hace mucho calor para salir a correr, que si estas semanas toca descanso total... cualquier excusa es buena, aunque eso sí, todos llevamos las zapatillas deportivas en la maleta (por si acaso...). Las comidas en vacaciones son otro punto y a parte, descontrol de horarios, buffet libre, bebidas azucaradas, alcohol, helados, etc, imposible controlar nuestros impulsos con tantas tentaciones, y cuando nos queremos dar cuenta, hemos aumentado 4-5kg más. Para que esto no os ocurra un año más, me gustaría dejaros unos pequeños consejos:
1. Empieza el día en condiciones: La primera comida del día es importante, por lo que es aconsejable empezarla de la manera más saludable posible. Elige frutas de temporada, cereales integrales, leche o yogures desnatados, una tortilla francesa, etc, te mantendrán saciado durante más tiempo. Evita, sobre todo, empezar con bollería tipo croissants, bollos con mantequilla, donuts..., tienen muchas calorías y azúcares, que elevarán tu índice glucémico muy rápido, provocándote picos de insulina.
2. Durante el día elige snacks sanos: Tanto si vas a la playa, a la montaña o a visitar una ciudad, lleva contigo opciones sanas como una pieza de fruta, un puñado de frutos secos, un mini-sandwich de pavo... Así, cuando te entre el hambre evitarás comerte un pincho con mayonesa o una tapa de rabas.
3. Siempre que puedas cocina tu: Si te has ido de alquiler a un apartamento o estás en casa de unos familiares, ofrécete a cocinar, así podrás controlar la cantidad de grasas, azúcares, sal que le añades a la comida.
4. Elige platos sanos si estás fuera de casa: Siempre que vayas a comer fuera de casa, elige una ensalada (sin salsa) o un plato de verduras de primero, y de segundo una carne a la plancha o un pescadito al horno. Si te has ido de buffet, controla las cantidades, está bien que quieras probar de todo, pero no hace falta que llenes el plato hasta rebosar, coge un pequeña porción, y si realmente tienes hambre, repite.
5. Cuidado con lo que bebes: Lo principal en vacaciones, sobre todo en sitios de mucho calor, es estar bien hidratado eligiendo agua o tés con hielo. Ten cuidado con las bebidas carbonatadas (coca-cola, kas...), cervezas, bebidas típicas del verano (sangría, granizados, horchatas), tienen muchos azúcares y realmente no calmarán tu sed.
6. No abuses del alcohol: Los vinos durante la cena, el vermut, los cubatas, los cócteles... son ricos en azúcares y calorías, fastidiando por completo la dieta.
7. No abuses de los dulces propios del verano: Helados, crêpes, batidos, gofres...son nuestra perdición (la mía por lo menos), nos encantan y nos hacen sentir que realmente estamos de vacaciones, y está bien que te comas uno de vez en cuando, pero si te comes uno todos los días, al final de las vacaciones tendrás esos kilos de más que tan poco te gustan.
Con esto no quiero decir que no comáis y ni bebáis durante todas las vacaciones, simplemente se trata de disfrutar de las vacaciones cuidando un poco lo que llevamos a la boca. ¡Felices vacaciones!
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